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Tu que lo aclaras todo

 

Espíritu Santo,

Tu que me aclaras todo,
que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal.
Tu que me das el don Divino de perdonar

y olvidar el mal que me hacen,

y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo.

 

 

Quiero en este corto diálogo

agradecerte por todo

y confirmar que nunca quiero

separarme de Ti,

por mayor que sea la ilusión material.

 

Deseo estar contigo

y todos mis seres queridos en la gloria perpetua. 

 

Gracias por tu misericordia para conmigo y los mios.
Gracias Dios mio.

 

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¡Ven, Espíritu Divino! 
(Secuencia de Pentecostés)

 
Ven, Espíritu Divino
manda tu luz desde el cielo. 

Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz y enriquécenos.

Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse 
y danos tu gozo eterno.
 
 
Amén.

 

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CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL ESPÍRITU SANTO
 
¡Oh Dios Espíritu Santo!

 

Postrados ante tu divina majestad,

venimos a consagrarnos a Ti con todo lo que somos y tenemos.
 
Por un acto de la omnipotencia del Padre hemos sido creados,

por gracia del Hijo hemos sido redimidos,

y por tu inefable amor has venido a nuestras almas para santificarnos,

comunicándonos tu misma vida divina.
 

Desde el día de nuestro bautismo has tomado posesión de cada uno de nosotros,

transformándonos en templos vivos donde Tú moras juntamente con el Padre y el Hijo;

y el día de la Confirmación fue la Pentecostés,

en que descendiste a nuestros corazones con la plenitud de tus dones,

para que viviéramos una vida íntegramente cristiana.
 
Permanece entre nosotros para presidir nuestras reuniones;

santifica nuestras alegrías y endulza nuestros pesares;

ilumina nuestras mentes con los dones de la sabiduría,

del entendimiento y de la ciencia;

en horas de confusión y de dudas asístenos con el don del consejo;

para no desmayar en la lucha y el trabajo concédenos tu fortaleza;

que toda nuestra vida religiosa y familiar esté impregnada de tu espíritu de piedad;

y que a todos nos mueva un temor santo y filial para no ofenderte a Ti que eres la santidad misma.
 

Asistidos en todo momento por tus dones y gracias,

queremos llevar una vida santa en tu presencia.


Por eso hoy te hacemos entrega de nuestra familia y de cada uno de nosotros por el tiempo y la eternidad.

Te consagramos nuestras almas y nuestros  cuerpos,

nuestros bienes materiales y espirituales,

para que Tú sólo dispongas de nosotros y de lo nuestro según tu beneplácito.

Sólo te pedimos la gracia que después de haberte glorificado en la tierra,

pueda toda nuestra familia alabarte en el cielo,

donde con el Padre y el Hijo vives y reinas por los siglos de los siglos.
 

Amén.

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ESPOSO/ESPOSA POR SU FAMILIA

Espíritu Santo,

concededme para mí,

para mi esposo(a) y para mis hijos, 
aquellos dones divinos con que fortalecisteis a los Apóstoles;

aquella gracia poderosa que ilumina el entendimiento,

mueve dulcemente la voluntad,

y vence gloriosamente nuestras carencias,

nuestras enfermedades físicas y espirituales.
 


Concédenos el don de una clara inteligencia,
el conocimiento del bien y buena voluntad de ejercitarlo. 


Tomad bajo vuestra divina protección a mis hijos; 
preservadlos de toda pasión vergonzosa;

protegedlos,

libradlos de caer en los lazos de la seducción con que el maligno intenta hacerlos caer. 
 

Hazlos humildes, obedientes,
honrados y temerosos de Dios; 
amantes de la verdad y de glorificarte con sus actos.

Dadles gracia para vencer los vicios y pasiones. 
Y a mi concededme la gracia y el acierto necesario,

para educarlos y dirigirlos y hacerme obedecer de ellos.

 

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VISITA EL HOGAR DE TUS FIELES

Ven, Espíritu Dios Creador,
y visita el hogar de tus fieles,
haz un templo de gracia su pecho,
con el don de tu santa presencia.
 
Tú, el amor que consuela a los hijos
como eterno regalo del Padre,
Caridad, Fuente viva de gracia.
Llama eterna de amor verdadero.
 
Ilumine tu luz nuestros ojos,
y tu amor se derrame en el alma,
tu poder nos sostenga en la lucha
y renueve las fuerzas cansadas.
 
Ilumine tu luz nuestros ojos,
y tu amor se derrame en el alma,
sé la mano que venza en sus luchas,
el sendero que guíe sus pasos.
 
Haz que triunfen sus hijos al mal
y que reine la paz en sus almas,
fortalece la fe del creyente,
que ha nacido a la vida divina.
 
Demos gloria por siempre a Dios Padre
y a Jesús triunfador de la muerte
y al Espíritu, vida del alma,
alabanza y honor para siempre.

 

Amén.

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ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
(de San Agustín)
 

 

Espíritu Santo, inspíranos,

para que pensemos santamente.


Espíritu Santo, incítanos,

para que obremos santamente.


Espíritu Santo, atráenos,

para que amemos las cosas santas.


Espíritu Santo, fortalécenos,

para que defendamos las cosas santas.


Espíritu Santo, ayúdanos,

para que no perdamos nunca las cosas santas.

 

 

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ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
 
Ven, oh Espíritu Santo, atiéndenos,
Espíritu del Padre, vivifícanos,
Espíritu del Hijo, sálvanos.
 
Oh Amor eterno, llénanos,
Con tu fuego, inflámanos,
Con tu luz, ilumínanos.
 
Fuente viva, sácianos,
De nuestros pecados, lávanos.
Por tu unción, fortalécenos.
 
Por tu consuelo, confórtanos.
Por tu gracia, guíanos.
Por tus ángeles, protégenos.
No permitas jamás que nos separemos de Ti,
Dios Espíritu Santo, escúchanos.
 
Con el dedo de tu gracia, tócanos.
Vierte en nosotros el torrente de la virtud.
Fortalécenos con tus dones,
Y con tus frutos, refrigéranos.
 
Líbranos del maligno enemigo,
En la última batalla, úngenos,
A la hora de la muerte, defiéndenos.
 
Entonces llámanos hacia Ti,
Para que con todos los santos
Alabemos al Padre, al Hijo y a Ti,
Consolador piadoso y eterno. 

 

Amén.

 

 

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PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO
 
Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fieles;

e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste.
 

Espíritu de Sabiduría, que conoces mis pensamientos más secretos,

y mis deseos más íntimos, buenos y malos;

ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo,

y lo malo para detestarlo sinceramente.

 

Intensifica mi vida interior,

por el don de Entendimiento.


Aconséjame en mis dudas y vacilaciones,

por el don de Consejo.

 

Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones,

por el don de Fortaleza.

 

Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural,

por el don de Ciencia.

 

Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida,

y acuda a Ti,

cual niño con afecto filial,

por el don de Piedad.

 

Concédeme que Te venere

y Te ame cual lo mereces;

que ande con cautela en el sendero del bien,

guiado por el don del santo Temor de Dios;

que tema el pecado más que ningún otro mal;

que prefiera perderlo todo antes que tu gracia;

y que llegue un día a aquella feliz morada,

donde Tú serás nuestra Luz y Consuelo,

y, cual tierna madre; enjugas

 

“toda lágrima de nuestros ojos”,
donde no hay llanto ni dolor alguno,
sino eterna felicidad.

 

Así sea.

 

 

 

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PARA PEDIR LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO
 
Espíritu de Caridad,

haznos amar a Dios
y a nuestros semejantes como
Tú quieres que los amemos.
 

Espíritu de Gozo,

otórganos la santa alegría,

propia de los que viven en tu gracia.

 

Espíritu de Paz,

concédenos tu paz,

aquella paz que el mundo no puede dar.

 

Espíritu de Paciencia,

enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida

sin indagar el por qué de ellas y sin quejarnos.

 

Espíritu de Benignidad,

haz que juzguemos y tratemos a todos con benevolencia sincera

y rostro sonriente,

reflejo de tu infinita suavidad.

 

Espíritu de Bondad,

concédenos el desvivirnos por los demás,

y derramar a manos llenas,

cuantas obras buenas nos inspires.

 

Espíritu de Longanimidad,

enséñanos a soportar las molestias y flaquezas de los demás,

como deseamos soporten las nuestras.

 

Espíritu de Mansedumbre,

haznos mansos y humildes de corazón,

a ejemplo del Divino Corazón de Jesús,

obra maestra de la creación.

 

Espíritu de Fe,

otórganos el no vacilar en nuestra fe,

y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas de Cristo,

e iluminados por tus santas inspiraciones.

 

Espíritu de Modestia,

enséñanos a ser recatados con nosotros mismos,

a fin de no servir nunca de tentación a los demás.

 

Espíritu de Continencia,

haznos puros y limpios en nuestra vida interior,

y enérgicos en rechazar

cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia.

 

Espíritu de Castidad,

concédenos la victoria sobre nosotros mismos;

haznos prudentes y castos; sobrios y mortificados;

perseverantes en la oración y amantes de Ti,

oh Dios del Amor hermoso.


Así sea.

 

 

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ENTREGA AL ESPÍRITU  SANTO   

Implorando sus dones y frutos

 


Espíritu Santo,

Dios eterno,

cuya gloria llena los cielos y la tierra,

heme aquí postrado humildemente en tu presencia.

 

Te ofrezco y te hago entrega de mi cuerpo y de mi alma.

 

Adoro el resplandor de tu pureza,

de tu justicia inmutable y del poder de tu amor.
 
No permitas que te ofenda o resista a las inspiraciones de tu gracia;

antes bien dirige mi entendimiento,

a fin de que escuche dócilmente la voz de tus inspiraciones y las siga,

hallando en tu misericordia un amparo contra mi debilidad.
 
Espíritu de Sabiduría,

domina todos mis pensamientos,

palabras y obras.


Espíritu de Entendimiento,

ilumíname e instrúyeme.


Espíritu de Consejo,

guíame en mi inexperiencia.


Espíritu de Ciencia,

ahuyenta mi ignorancia.


Espíritu de Fortaleza,

hazme perseverante en el servicio de Dios;

dame fuerzas para proceder en todo con bondad y benevolencia,

con mansedumbre y sinceridad,

con paciencia y caridad,

con alegría y longanimidad.


Espíritu de Piedad,

hazme afectuoso y filial en mis relaciones con Dios.


Espíritu del Santo Temor de Dios,

líbrame de todo mal. 


Espíritu de Paz, dame tu paz.


Espíritu de Santidad,

adorna con las celestiales virtudes de pureza y modestia,

el templo que has elegido por tu morada y preserva siempre mi alma,

con tu gracia omnipotente,

de la ruina del pecado.

 

Así sea.

 

 

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AL ESPÍRITU SANTO POR VOCACIONES
 
¡Espíritu Santo!

 

Jesús invita a los hombres a seguirle.

 

A uno invita a dejar las redes de pesca,

a otro el campo,

a un tercero la mesa de recaudaciones;

a todos llama personalmente.

 

Él pronuncia las palabras de invitación:

 

“Ven, sígueme” (Mt 4,19).

Y ellos siguen la llamada y aceptan sus exigencias.
 
¡Espíritu Santo!

Tú despiertas las vocaciones religiosas.

Tú suscitas el anhelo del perfecto seguimiento

de Jesús en los corazones de los jóvenes.
 
Tú confieres a cada uno tus dones según tu beneplácito,

y nadie llega al sacerdocio o al estado religioso sin tu moción,

sin tu impulso amoroso y sin tu guía.
 
Para que la Iglesia de hoy tenga vocaciones,

es necesaria tu acción.

 

Por eso te pedimos hagas germinar la gracia de la vocación,

en el corazón de muchas personas.

 

Dales valor para seguir con generosidad tu llamado,

y vivir con amor su vocación.


Consérvales el primer amor a Cristo,

para que perseveren fieles y lleven mucho fruto,

como los sarmientos que permanecen unidos a la vid.

 

“Enciende en nosotros la luz de la gracia,

derrama amor en el corazón vacío,

y robustece siempre con tu fuerza la debilidad de nuestro cuerpo”.

 

Amén.

 

 

ESPÍRITU SANTO

© 2016 Por Parroquia San Bartolomé Tenayuca Tlalnepantla Estado de México. 

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